-«Doctor no quiero ir a trabajar».
Esta frase bien podr?a corresponder a un ataque repentino de «fiaca», o ser el s?ntoma cardinal de un trastorno mucho m?s serio y complejo, que en la actualidad se ve con m?s frecuencia en los consultorios de psiquiatr?a y neurolog?a.
Los trabajos en donde se presta un servicio a la comunidad, como los agentes de salud (enfermeras, m?dicos, bioqu?micos, asistentes sociales, etc.); los agentes de seguridad (polic?as, guardias, serenos, etc.); los docentes en general (primarios, secundarios y universitarios): pueden presentar s?ntomas de enfermedad cuando el sistema que debe protegerlos, deja de hacerlo.
La organizaci?n socio-laboral funciona verticalmente desde la cabeza (eje directriz) hasta el motivo del servicio (el paciente, el alumno, el p?blico en general), cuando las ?rdenes que emanan de la cabeza no son claras, son contradictorias o no se respetan, crean hacia abajo el caos de la organizaci?n.
?ltimamente, es consulta frecuente en los consultorios de diversas especialidades como los de psiquiatr?a y neurolog?a, que los pacientes consulten porque se resisten a volver al trabajo.
Cuando se realiza una minuciosa entrevista aparecen tres s?ntomas cardinales y comunes en estos pacientes:
1?Fatiga emocional: se encuentran hastiados de sus tareas, no tienen est?mulo en ellas, relatan estar enojados en sus lugares de trabajo, irritables, molestos, tristes.
2?Despersonalizaci?n: no les interesan aquellos para qui?n antes brindaban su servicio, sus pacientes o sus alumnos dejaron de importarles como objetos de su tarea, dejaron de ser los beneficiarios de su servicio.
3?Falta de relizaci?n personal: no encuentran un est?mulo para el trabajo, no ven crecimiento personal en la tarea que desarrollan
Los «SERVIDORES» que atienden al p?blico brindando su servicio, sea el que sea, salud-educaci?n-protecci?n-administrativos, empleados p?blicos,etc., necesitan de un sistema soporte socio-laboral que los proteja, los sostenga, los instruya, los ordene y los dirija adecuadamente.
Situaciones laborales estresantes mantenidas en el tiempo agotan la psiquis y el cuerpo del trabajador.
Es cada vez mayor el porcentaje de «servidores», que presentan sintomas org?nicos inespec?ficos y muy variados, pero perfiles ps?quicos parecidos entre las diferentes personas; los m?dicos y enfermeras fueron los primeros en donde se comenz? a observar esta sintomatolog?a, conformando lo que hoy conocemos con el nombre de «Sindrome de Cabeza Quemada» o «Sindrome de Burnout».
Luego, este trastorno se lo encontr?r en otras profesiones donde el nexo com?n era la prestaci?n de alg?n servicio.
La sintomatolog?a que se asocia a esta enfermedad en tan extensa como la posibilidad de cada persona a desarrollar cualquier enfermedad; son comunes los trastornos digestivos como gastritis, c?lon irritable, ?lceras, reflujo gastro-esof?gico, etc.; cardiovasculares como taquicardias, desmayos, dolor de pecho, etc.; neurol?gicos como insomnio, cefaleas, bruxismo, trastornos de memoria, desatenci?n, etc.; psiqui?tricos como ansiedad generalizada, depresi?n, exacerbaci?n de estados bipolares, etc.; enfermedades autoinmunes como tiroiditis, artritis reumatoidea, esclerosis m?ltiple o cualquier variedad de c?ncer. Como ven la posibilidad es infinita.
Cuando este des?rden se traslada a toda una comunidad como la docente, las consecuencias pueden ser catastr?ficas:
«Maestros enfermos generan alumnos enfermos»
La ceguera institucional, que generalmente sigue intereses individuales y mezquinos, no admite estos trastornos y los pretende encubrir rotul?ndolos seg?n sus s?ntomas dominantes, con este proceder s?lo profundizamos la enfermedad social.
Pol?ticas mal entendidas, pretenden ahorrarle al estado un ausentismo creciente, empeorando el gasto porque no corrigen la causa, en consecuencia generan doble gasto el del trabajador enfermo y el del receptor del servicio mal dado.
Todos los trabajadores que prestan un servicio deber?an cumplir con planes de rotaci?n laboral prepautada, asistencia psicol?gica frecuente, chequeo m?dico obligatorio preventivo, adem?s de contar con normas claras e integradoras de trabajo donde se estimule al trabajador a dar, cada d?a, lo mejor de s? sabiendo que esto redundar? en un beneficio personal y social, llevando impl?cito el crecimiento pleno de la persona y la sociedad.
Muy bueno, muy cierto…que l?stima que este tema no se tome mas en serio.