¿LOS CUATRO ACUERDOS?

El t?tulo asume el interrogante por el  que demasiada gente consume, cree y hace suyo conceptos no comprobados de oportunistas que aprovechando el momento usufructuaron e inventaron supuestos acuerdos toltecas.

D?jenme contarles como comienza la historia.

Impresionada de escuchar en reiteradas oportunidades, a conocidos de mi ?mbito laboral, ?reas de salud y educaci?n, repetir ?LOS CUATRO ACUERDOS TOLTECAS? cual oraci?n que nos hace m?s sabios o mejores personas, me llam? a la investigaci?n sobre los mismos.

Los Toltecas (viene del n?huatl y significa «maestros constructores») fueron un pueblo que vivi? entre los a?os 900 d.c y 1200 d.c alrededor de su capital Tollan-Xicocotitlan, cerca de Tula en M?xico. La palabra ha sido usada de diferentes formas en estudios mesoamericanos por diferentes estudiosos para referirse a los antepasados mencionados en las narrativas m?tico – hist?ricas de los aztecas. Existe un debate acad?mico sobre si los toltecas fueron alguna vez un verdadero grupo ?tnico o comunidad pol?tica genuina, o si fueron, m?s bien un mito producido por los aztecas y/o por otras civilizaciones de la regi?n.
Las leyendas n?huatl afirman que los toltecas dieron origen a la civilizaci?n (esto es porque los llamaban artistas o maestros constructores). Los aztecas para afirmar su superioridad en la Am?rica mesoamericana se proclamaron descendientes de los Toltecas.

http://www.historiacultural.com/2010/02/cultura-tolteca-mesoamerica-mexico.html

Citada la fuente que nos ilustra sobre la civilizaci?n tolteca, invito a los lectores que visiten la p?gina ya que tanto toltecas como aztecas o mayas fueron civilizaciones mesoamericanas precolombinas incre?bles.

El tema que me convoca es de d?nde salen los famosos cuatro acuerdos, que desde luego no eran de los toltecas, sino de un se?or mexicano llamado Miguel Ruiz, m?dico neurocirujano y que luego de una experiencia astral, posterior a un accidente automovil?stico, decide seguir los pasos de sus padres en la ense?anza tolteca, as? escribe ?Los Cuatro Acuerdos Toltecas? publicado por primera vez en 1997. Hasta hoy, ha sido traducido a 36 idiomas y por m?s de siete a?os estuvo en la lista de best sellers de The New York Times.

Indudablemente no soy yo, una simple m?dica neur?loga, la indicada para  hacer de cr?tica literaria, y no es esa mi intenci?n; mi interrogante es ?c?mo esta familia, padres y hermanas y el mismo Miguel Ruiz, recib?an los preceptos de una civilizaci?n de la cual hasta los propios mexicanos dudan de su existencia como pueblo real?

Y, bas?ndome s?lo en la dudosa procedencia, ?disculpa que los cuatro acuerdos sean reales o simplemente buenos?, que adem?s, aunque indudablemente much?sima gente lo compr? en sus creencias, dudo lo hayan podido llevar a la pr?ctica incluida  la propia familia Ruiz, ya que con la misi?n de transmitir la palabra tolteca, se lucr? con la venta de no s?lo ese libro sino de algunos m?s escritos por el Dr. Ruiz,  y una infinidad de conferencias por todo el mundo.

Analizar? desde mi absoluta, peque?a y personal ?rbita subjetiva estos cuatro acuerdos:

[button link=»http://»][/button] «S? impecable con las palabras». Creo que la raza humana desarroll? con su evoluci?n la posibilidad del lenguaje y eso permiti? un salto evolutivo mayor, un desarrollo neurol?gico no terminado de conocer a?n. Sin lugar a dudas las palabras son la representaci?n de nuestros pensamientos y estos resultados de experiencias y memorias aprendidas a lo largo de la vida de cada individuo, por lo que para que seamos impecables con las palabras deber?amos serlo con nuestros pensamientos y modificar nuestras experiencias vividas convertidas en memoria, lo cual no es imposible pero traten de hacerlo y ver?n que no es sencillo, tendr?amos que cambiar nuestra historia individual o haber nacidos santos o algo as?.

 

[button link=»http://»][/button] «No tomar nada personalmente». Es sin duda este punto el que me llev? a desarrollar esta investigaci?n, ya que disiento en absoluto este acuerdo de un lado y del otro. Paso a explicarles: el Dr. Miguel Ruiz se refiere a no tomar lo recibido como dirigido hacia nosotros, sino ignorarlo y tomarlo como del otro que lo hizo o dijo. Pues creo que es una visi?n muy ego?sta con un yo muy desarrollado contrariamente a lo que predica. ?l toma como ejemplo: ?si el otro te insulta, no te insulta sino que se insulta?… ??C?mo!? Entonces ??no es personal para el que se insulta!?  ??Ese individuo que insulta no tiene, acaso, un tema consigo mismo!? Entonces es un tema personal, es su tema personal; y del otro lado, yo que recibo el insulto si tengo que ignorarlo, como indican algunos preceptos hind?es, o poner la otra mejilla, como lo ense?an algunas religiones cristianas, ??no es personal para mi!?  Finalmente considero que siempre es personal.

 

[button link=»http://»][/button] «No hagas suposiciones». Esto es igual que entrenar el cerebro para que no piense, ya que los mecanismos cerebrales, en permanente actividad sin descanso, aun cuando so?amos mientras dormimos, organiza pensamientos, suposiciones, im?genes, etc. Como bien dice el Dr. Miguel Ruiz este tercer acuerdo est? relacionado a los dos primeros, por lo tanto mi refutaci?n tambi?n, lo cual ser?a redundante ahondar en lo mismo. Si lo que ocupa la intenci?n del Dr. Ruiz, y as? quiero creerlo, es que seamos mejores personas, no es apagando el cerebro como vamos a lograrlo sino modificando nuestro mecanismo de pensamientos y suposiciones.    ?… el d?a que de dejes de hacer suposiciones, te comunicar?s con habilidad y claridad, libre de veneno emocional…? (sic). Por lo antedicho si apagamos nuestros pensamientos y suposiciones jam?s avanzar?amos como sociedad, ?por qu? debemos inferir que todas las suposiciones son venenosas o da?inas emocionalmente?

 

[button link=»http://»][/button] «Haz siempre tu m?ximo esfuerzo». Quiz?s este cuarto y ?ltimo acuerdo sea con el que estoy de acuerdo, y justamente es contrario a los preceptos dos y tres, ?c?mo hacer un m?ximo esfuerzo si no tomamos la tarea personalmente? Y menos a?n ?si no hacemos suposiciones?. Desarrollar nuestro m?ximo esfuerzo se refiere tanto a las tareas y desaf?os que nos proponemos, como a mantener las relaciones sociales en franca tranquilidad, pues bien, imposible hacerlo sin tomarnos las cosas personalmente y armando estrategias y mecanismos de pensamientos que arman ?suposiciones? al respecto.

En conclusi?n, considero incierto que estos preceptos hayan sido bajados de ninguna sociedad tolteca y menos hayan imbuido el esp?ritu del Dr. Ruiz para que lo difunda cual mensaje divino.

Simplemente hay que saber usar las palabras, tener buenos pensamientos – porque siempre todo ser? personal -, lograr buenas obras con nuestro trabajo, luego de establecer las suposiciones y estrategias correctas poniendo nuestro m?ximo esfuerzo en ello.

Mg. Maffeis Ana M.

M?dica especialista neur?loga cl?nica

 

El Sueño de los Niños

El sue?o de los ni?os, al igual que la alimentaci?n y los buenos h?bitos, nos garantizan que  crezca correctamente, en consecuencia su cerebro, fundamentalmente, tambi?n se desarrollar? correctamente.

Los h?bitos de alimentarse y dormir son los m?s importantes y cambian seg?n la cultura del lugar donde se transmite; nosotros los argentinos y en general los occidentales tenemos ciertas costumbres que los orientales cambian, por ejemplo comemos con cubiertos y sentados a una mesa, los orientales comen en tazones y con palillos; pero es importante que en cuanto al sue?o seamos consientes que la biolog?a manda y debemos respetar la naturaleza de nuestro organismo, el ni?o en el primer a?o de vida debe dormir entre once y doce horas por cada veinticuatro. Y a partir de los seis o siete meses debe dormir en su cuna o cama s?lo y sin luz ni ruidos como m?sica, radio o televisor.

Como es un h?bito debe adquirirse progresivamente, como lo es aprender a comer y a moverse, para esto el ni?o debe reconocer las se?ales que los padres con seguridad les transmitan, por ejemplo: llegado el momento de dormir lo anticipa un ba?o relajante, una leche tibia, un ambiente familiar relajado, libre de ruidos fuertes, que conduzcan al ni?o a su habitaci?n con luz tenue y que luego se apagar?,  con caricias y susurros, invitarlo a dormir; el sue?o debe realizarse sin fragmentaciones, osea sin despertares hasta la ma?ana, sin llanto y sin otros s?ntomas que indiquen enfermedad como ronquidos, ahogos, v?mitos, gritos, llanto, dolor, sobresaltos, etc.

El momento del sue?o es primordial para el desarrollo del cerebro, este nace inmaduro, es un ?rgano que nace ?vido de aprender y cada aprendizaje deja una impronta en su arquitectura, el sue?o se encarga de cementar lo aprendido durante el d?a, as? el ni?o recuerda las distintas caras que conoci?, los diferentes aromas a los que fue expuesto, el sabor de distintas comidas que mam? prepar?.

Por el contrario un ni?o que no durmi? respetando cantidad de horas, horario nocturno, y sin despertares es un ni?o que en lo sucesivo va a tornarse irritable, distra?do, con cambios en su conducta y emociones; esto tampoco sucede por no dormir bien una noche, esto sucede si los h?bitos, o sea la costumbre repetitiva de los actos del dormir, no son los adecuados y se convierte en un mal h?bito, por lo tanto estamos hablando de cronicidad, mucho tiempo desuceder lo mismo.

As? como vemos cambiar en el tiempo la conducta del ni?o, interiormente el cerebro tambi?n cambia porque al no dormir correctamente se estresa, no crece adecuadamente y por lo tanto, m?s tarde evidencia ese estr?s con s?ntomas deficitarios del aprendizaje.

Como ven, dormir bien nos asegura un ni?o sano, conductualmente y emocionalmente; es la obligaci?n de los padres proveer esta posibilidad de buen h?bito de vida y es el derecho del ni?o poder crecer sano para desarrollarse como un adulto sano.